18

18

Aunque en grados variables, todos los niños anhelan llegar a mayores y ansian salir de sus casas, abandonar la opresión del nido. ¡Salir! ¡Vivir la verdadera vida! Ir hacia el ancho mundo, hacia la vida siguiendo las propias directrices.

Con el tiempo se acaba haciendo realidad su deseo y, durante un cierto período, se siente absorbido por nuevos panoramas, lanzado a construir su propio nido, a crear su propia realidad.

Pero llega un día en que, dominada, la nueva realidad, implantadas sus propias directrices, se da cuenta de pronto de que su nido ha desaparecido, de que aquellos que le dieron la vida han muerto.

Es un día en que se siente como un efecto que se hubiera quedado repentinamente sin causa. La enormidad de la pérdida la hace incomprensible. Su mente, desnuda de improviso como resultado de la pérdida, se encoge, lo que hace que aumente todavía más la magnitud de aquella pérdida.

Advierte entonces que su búsqueda juvenil de «la verdadera vida», su abandono del nido, ha dejado indefenso aquel nido. Sin embargo, aunque no está bien, achaca la culpa a la naturaleza.

De lo que no puede culpar a la naturaleza es del descubrimiento de que su obra, la realidad de su hazaña, es menos válida que la realidad del nido que abandonara un día, puesto que si en su vida ha habido algo real es precisamente aquel nido, tan opresivo y sofocante, del que tanto anhelaba huir. Porque estaba construido por otros, por aquéllos que le dieron la vida, no por él, que demasiado bien conoce el verdadero valor de sus propios trabajos que, para decirlo de algún modo, no hacen otra cosa que usar la vida que se le ha dado.

El sabe con qué voluntad, con qué intención y premeditación ha hecho todo cuanto ha hecho y cómo, al final, todo resulta provisional. Y, aun cuando perdure, el mejor uso que puede darle es el de demostración de su capacidad, para poder fanfarronear.

Pese a todo, por mucha que fuera su capacidad, nunca podrá reconstruir aquel nido tan sólido que tuvo en otro tiempo, en el que se oyó su primer grito de vida, como tampoco podrá reconstruir a aquellos que lo pusieron en él. Es un efecto, pero no puede reconstruir la causa.



Добавить комментарий

  • Обязательные поля обозначены *.

If you have trouble reading the code, click on the code itself to generate a new random code.